miércoles, 20 de agosto de 2014

La carretera más larga del mundo

Con esa denominación ensoñadora y mágica de la Ruta de la Seda se hace referencia a una complicada red de comunicación entre Oriente y Occidente de trazado sólido y duradero, aunque desdibujada de los proyectos viajeros durante siglos por falta de entendimiento entre los países que atraviesa y por conflictos regionales de diverso tipo.

Como se deduce de su mismo nombre y de los múltiples testimonios que han ido quedando a lo largo de la historia, en su origen, las vías abiertas en este entramado de caminos legendarios responden a intereses comerciales de intercambio de productos (la seda es uno de los más significativos que transportaban las caravanas) entre países muy distantes y exóticos. Las enormes distancias que había que superar y las dificultades propias de los desplazamientos en la época obligaban a enfrentarse a la aventura por etapas, lo que favoreció el nacimiento de núcleos importantes de población en torno a esos puntos estratégicos en los que debían detenerse las caravanas.

Se considera que el momento álgido de la ruta tuvo lugar alrededor del siglo III d.C, cuando la telaraña de caminos entre Oriente y Occidente alcanzó su máximo desarrollo, convirtiéndose en el mayor conjunto de vías comerciales de la Tierra, una vía de comunicación que cubría una distancia de 12.800 km., desde Cádiz, en el Océano Atlántico, hasta Shanghai, al otro lado del Pacífico. Sin duda, podríamos denominarla la carretera más larga del planeta.

Aunque pueda parecer exagerado, lo cierto es que las rutas de la seda jugaron un papel fundamental en la historia de la humanidad. Gracias a ellas alimentos, herramientas, tejidos y perfumes desconocidos se fueron descubriendo en puntos extremos del planeta. Pero no hay que olvidar que la fabricación de papel o la imprenta llegaron a través de estas vías de comunicación y también a través de ellas el budismo y el islam se expandieron por el mundo. Las rutas de la seda sirvieron para generar un impresionante intercambio de ideas, costumbres y creencias entre pueblos diferentes y alejados, que favorecieron sus desarrollos respectivos y contribuyeron notablemente al enriquecimiento de la vida y la cultura de manera recíproca.

Hoy se vuelven a retomar los caminos de la Ruta de la Seda por motivos bien diferentes que pueden ser culturales, por hacer un viaje al pasado, recrear la vida de nuestros antepasados, husmear en las raíces del hombre hace miles de años o explorar otros rincones del planeta. Todas son válidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario