martes, 23 de septiembre de 2014

Ulak Tartysh, un deporte ancestral


Se llama Ulak Tartish y es de una crudeza espeluznante. Podría tratarse de un partido, de una competición a caballo, pero es mucho más. Para empezar, los jinetes, en vez de jugar con una pelota juegan con una cabra degollada. Una diferencia importante. Además, el enfrentamiento es de una duración indefinida y, para colmo, normalmente no hay reglas. Así, el partido pasa a ser un combate. De ahí a convertirse en una batalla campal solo hay un paso y no demasiado grande. 


Ulak Tartish es muy popular en Kyrgystán y en otras zonas de Asia Central. En algunas zonas es también conocido como Buzkashi (literalmente en turco, buz es cabra y kashi significa golpear). En esencia es una especie de deporte a caballo con cierto parecido al polo y al rugby, que goza de  gran predicamento popular. Se trata de pelear con los demás para llevarse el cuerpo de la cabra degollada. A veces se organiza de manera que  dos equipos de jinetes compitan entre sí por hacerse con el trofeo. De manera individual o con la ayuda de los otros jinetes del mismo equipo, hay que evitar que los contrincantes les arrebaten el animal. El que logra recoger el bicho del suelo debe ser capaz de llegar con él hasta la portería contraria, normalmente una rueda de tractor o un círculo marcado en el suelo, y depositarlo en ese lugar para anotarse el tanto. Muchas veces se plantea el encuentro sin organización, se decapita la cabra y los jinetes luchan entre ellos para llevársela. En sus orígenes el juego podía durar varios días pero hoy se suele establecer con un tiempo limitado.


Es incuestionable que hay que ser un gran jinete para participar. Los kirguises son absolutamente empáticos con la naturaleza y una prueba evidente es su intensa  relación con los caballos. Kirguises y caballos se acoplan, se identifican, son sinónimos. Su dominio del caballo es legendario. Han aprendido a dominarlo con maestría desde tiempos remotos sin tener que usar las manos, las cuales quedaban así libres para disparar armas y defenderse de los enemigos. A los niños se les enseña a cabalgar antes de que aprendan a andar. El caballo ha sido y es un medio de vida, una herramienta y la principal forma de transporte. En buena lógica, la mayoría de los deportes en Kirguistán están relacionados con el caballo.


El juego es espectacular y tiene algo de ancestral. No se conoce exactamente su procedencia ni su antigüedad, pero se supone que puede haber nacido entre los pueblos nómadas turco-mongoles venidos de más al norte. Hoy, además de ser practicado por los kirguises, es compartido por varios grupos étnicos de Asia Central (uzbekos, turcomanos, hazaras, kazajos, tayikos y pastunes). Se dice que el origen hay que buscarlo en los lejanos tiempos en los que los pastores nómadas vigilaban desde sus cabalgaduras la aparición de los lobos que amenazaban  sus rebaños. Cuando se aproximaban salían a su encuentro al galope y si algún lobo era acorralado, lo golpeaban con palos hasta causarle la muerte. Después se entretenían tratando de quitárselo los unos a los otros.



La competencia suele ser feroz entre los participantes y hasta hace poco no había prácticamente reglas, únicamente no estaba permitido azotar con la fusta al contrario ni hacerlo descabalgar. Los juegos podían durar varios días Aunque hay diferentes modalidades, se han establecido una serie de normas. En el juego oficial más habitual son 10 participantes por cada uno de los dos equipos, aunque sólo pueden estar en el campo 4 de cada equipo, se juega en un campo de 200x80 metros y hay dos "porterías" (kazans) con un diámetro de 3,6 metros y 1,5 metros de altura, en las que hay que meter la cabra.



En Kirguistán es muy frecuente jugar de forma libre. De manera espontánea se juntan varios jóvenes al terminar la jornada laboral en un valle de la montaña en la que viven o en otro escenario natural. En función del número de concurrentes se organiza para que cada jugador compita individualmente o formando equipo con otros. En las competiciones oficiales los jugadores no tienen que ser los dueños de los caballos, que generalmente son propiedad algún terrateniente o alguna persona rica del lugar. Los jinetes llevan un látigo, a menudo en sus dientes, para defenderse de los caballos y jinetes opuestos.


La primera asociación nacional que se registró fue la de Kazajstán en el año 2000 y desde 2001 se celebran campeonatos anuales. Las 14 regiones de Kazajstán tienen sus equipos profesionales y el equipo nacional ostenta el título de campeones de Eurasia. En Afganistán es el deporte nacional y una auténtica pasión. Hay regularmente partidos todos los viernes y atraen a miles de aficionados. Durante el gobierno del régimen talibán, el buzkashi fue prohibido, considerado un juego inmoral. Desde que el régimen talibán fue derrocado está siendo recuperado de nuevo.

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